EDITORA DE OPINIÓN- MARIANA CHAMORRO
ORIGINALMENTE PUBLICADO 25 OCT 2023
Halloween es el tiempo para disfrutar del miedo y el horror. Es una festividad conocida por sus mágicas, pero escalofriantes celebraciones. La variedad de tenebrosas actividades de Halloween, que causan escalofríos y provocan gritos de emoción, es una de sus más fascinantes características. Estas actividades temáticas de Halloween varían desde recoger manzanas flotando en aguas oscuras a leer historias de miedo en la oscuridad ominosamente alumbrada por velas parpadeantes. ¿A quién no le gusta una historia de terror o un tenso juego a las escondidas en la oscuridad? No a todos, dado que algunas organizaciones religiosas están extremadamente en contra de estas actividades y festividades.
La Ouija, un juego de Halloween que permite a los jugadores intentar comunicarse con fantasmas, es un favorito. Es frecuentemente visto como una misteriosa e intrigante actividad, pero ha enfrentado la mayor resistencia por parte de la comunidad religiosa. Individuos usan el tablero de la ouija como una ruta Halloween parte de sus creencias acerca de lo paranormal y los posibles riesgos de invocar fantasmas. Según algunas tradiciones religiosas, esos comportamientos podrían dar entrada a malos espíritus, provocando disturbios y negatividad en la vida del conjurador. Sara Ronis, una profesora asociada en el departamento de teología dice que: “A veces la resistencia está directa al mundo demoniaco, mientras que diversas religiones consideran que contactar o conjurar espíritus, ya sean benignos o malignos, es un insulto a lo divino. Otro juego popular es “Bloody Mary” (María la Sanguinaria). Para jugar uno debe recitar “Bloody Mary” tres veces frente a un espejo, y el supuesto fantasma de María Reina de Escocia aparecerá. Algunas religiones, como la Iglesia Católica, realmente piensan que interferir con fuerzas sobrenaturales es una actividad peligrosa, mientras que otros escépticos ven esto como nada más que superstición. Participar en este tipo de juegos es lo mismo que tomar parte en rituales paranormales y pueden tener efectos espirituales serios de acuerdo con algunas religiones como los testigos de Jehová.
La resistencia religiosa a las actividades de relacionada con asociaciones a fuerzas oscuras (como el demonio), a veces es un rechazo a una práctica religiosa desarrollada más recientemente asociada a gente joven o mujeres, o fuera de la estructura de una especifica religión, y a veces es solo una creencia de que carecen de sentido o son una pérdida de tiempo.” Los defensores de estos juegos de Halloween contienden que estos eventos son meramente por diversión y no deben tomarse en serio, en contraste con sus oponentes religiosos. Ellos resaltan que participar en estos juegos es como ver películas de miedo o leer historias de terror y creen que mantener armonía entre el disfrute y el respeto por diferentes religiones es esencial para disfrutar de Halloween.
Mientras jugar juegos de terror puede ser emocionante y entretenido, es importante considerar las preocupaciones sobre seguridad por parte de ciertas organizaciones religiosas acerca de estas actividades. El evitar estas prácticas no está solamente basado en superstición, pero refleja una fuerte creencia en que interferir con lo paranormal es peligroso. Según Ronis, “Entender cada una de estas tradiciones como surgidas en un contexto muy específico puede ayudarnos a pensar acerca del mundo en diferentes tiempos y lugares, y como tradiciones son inventadas y luego modificadas conforme cambian las cosas.” Halloween es el tiempo para el recreo y el disfrute, pero sirve como recordatorio para cuidarse de los misterios de lo desconocido.