DANIEL MATHEU & ÁLVARO ARCIA
ORIGINALLY PRINTED ON NOV 28, 2022
De acuerdo con la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, los ciudadanos americanos tienen el derecho de portar armas. La sociedad, como la conocemos hoy, apenas se había empezado a formar cuando el gobierno decidió promulgar la ley en 1791. Considerando el estado de aquella sociedad, no aparentaba ser una mala idea en esa época. Sin embargo, este artículo de la Constitución permanece intacto a pesar de tener más de 200 años, y recientemente se ha visto como este derecho provoca masacres en vez de prevenirlas, y parece que ningún partido político aboga por cambiar la constitución para proteger a los ciudadanos.
Eliminar un artículo de la Constitución requiere de un largo proceso, pero cuando entra en juego salvar vidas o generar dinero, salvar vidas debe ser prioridad.
Desafortunadamente, tenemos múltiples tiroteos escolares anualmente que acaban con las vidas de niños inocentes porque un ciudadano “común y corriente” decide ir a hacer daño. No obstante, si el derecho de portar un arma fuera más restringido, estos eventos posiblemente no ocurrieran, o de hacerlo, serían en menor cantidad. El año pasado, casi 40 tiroteos escolares ocasionaron la muerte de 38 personas inocentes y más de 100 heridos. Fue especialmente impactante que un tiroteo escolar aconteció en Uvalde, Texas, donde 22 personas fueron víctimas de la violencia, una de ellas la hija de una de nuestras estudiantes. Pese a que muchos políticos se posicionaron a favor de abolir este “derecho,” estamos muy lejos de lograrlo.
Estados Unidos tiene uno de los índices de muertes a causa de armas en todo el mundo. “En 2022, 17,202 personas han muerto por tiroteos” de acuerdo con Gun Violence Archive, una cifra que ha se ha elevado bruscamente en años recientes. En perspectiva, los datos indican: en 2016, 10.6 de 100,000 personas fueron asesinadas por armas de fuego, una cifra muy por encima de países tales como Francia (2.7), Canadá (2.1), Australia (1.0), Alemania (0.9), y España (0.6).
A pesar de estos números alarmantes, algunos candidatos sostienen que la mejor opción es armar a más gente para que se puedan defender. Esto es un enfoque mal dirigido. La solución no es armar a más personas para que se puedan defender, sino abolir el derecho a portar armas. Si son tantas las armas necesarias para protegerse, ¿cómo es posible que países como Francia, Canadá, Australia, Alemania o España tengan índices de muertes a causa de armas tan bajos en comparación a Estados Unidos?
La respuesta es simple: ellos no necesitan armas para defenderse porque nadie esta dispuestos a atacarlos con armas.
Muchas personas dirían que abolir este derecho se contrapone a la naturaleza de Estados Unidos. Visualizando el pasado, podemos crear una lista extensa de tradiciones que solían ser moralmente aceptables y que hoy, debido al cambio cultural, son inaceptables. Un estado no necesita de armas para proteger a sus ciudadanos, es justo para esto que existe la aplicación de la ley. Además, en muchos de los casos en los que una persona abre fuego contra civiles, la aplicación de la ley no está en una posición superior. Un policía atendiendo a un tiroteo se encuentra con la misma arma que el tirador, y las habilidades son las que hacen la diferencia. Si hubiese restricción de armas estricta, la aplicación de la ley no se vería superada a menudo.